Es evidente que Guardiola cometió un error grave de planteamiento: su 3-4-3 funcionó desastrosamente, en parte porque tenía un técnico delante que, sin duda, había planeado soluciones para esa variante táctica. Con Alves como extremo, todo el engranaje defensivo del Barça, el equipo menos goleado de las últimas tres temporadas se vino escandalosamente abajo: Emery colocó a Banega y Canales sobre Busquets, en marca individual, y de esa manera no solo eclipsó al pivote sino que impidió que la circulación llegara a Xavi...
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